Acerina Amador, actriz, bailarina y coreógrafa española, en su paso por el Perú, señaló que el artista no sólo debe preocuparse de perfeccionar su técnica, también debe tener un discurso en la que manifieste su visión del mundo y contribuir así a una sociedad más civilizada.
La visita al Perú de Acerina Amador, actriz, bailarina y coreógrafa española, no sólo nos trajo dos espectáculo de Danza Teatro “Placeres Extraños, repito, Placeres Extraños” y “A Propósito de Vermelho”, piezas que se vienen difundiendo por más de 10 años en distintos países; que fue presentado el pasado 07 en la Casona Roja en San Pedro de los Chorrillos en Komilfó Teatro, sino que también compartió su experiencia a través de una Master Class con actores, artistas y bailarines.
Dentro de su propuesta pedagógica, Acerina como artista, está en una búsqueda constante de pulsaciones, marcada por un interés de resistencia a la muerte, a causa de la destrucción del medio ambiente.
En ese sentido la primeras exploraciones en el taller fueron dados a partir de disparadores que Acerina iba provocando en cada participante para que a través de la conexión con la tierra y sus raíces, se iniciará el viaje de la transformación de nuestro cuerpo para así encontrar nuestra voz interior, sonido y grito de reclamo a los cambios acelerados del ecosistema, a causa del mal uso de los recursos y la falta de protección, causada por la indiferencia y la propia acción del hombre.
En ese sentido se fue dando los impulsos que se entremezclaban con la propuesta innata de cada uno de los intervinientes.
Asimismo en cada disparador que Acerina aportaba al grupo, los pulsos fueron aumentando en la dinámica en la que los participantes en su particularidad, aportaban al equipo hasta que las imágenes, ideas y sensaciones se manifestaran formando un solo cuerpo, estas indagaciones personales se canalizaron en un escrito rápidamente de palabras, que se convirtieron en varias posibilidades para seleccionar algunas y desde el análisis de los constructos, Acerina nos invita a iniciar los primeros pasos hacia nuestra propia creación.
En esta segunda etapa del proceso, cada participante selecciona alguna de sus palabras y así en el espacio de investigación convertirlas en movimiento para luego organizarlas en nuestra propia danza, que debe ser expuesta al resto del grupo para confrontar nuestro trabajo y recibir aportes desde distintas vertientes y así enriquecer nuestro propio proceso creativo.
Finalmente se prueba en ensayo- error, e inclusive se trabaja con los opuestos, así se va puliendo cada versión de este proceso de construcción, en la que dependerá de la búsqueda de cada uno de los participantes, para hacer que su cuerpo dance.
De esta manera Acerina, culmina la experiencia, recalcando que el artista no sólo debe preocuparse de perfeccionar su técnica, sino que debe estar pendiente de lo que sucede a su alrededor, porque cada artista debe tener un discurso, en la que manifieste su visión del mundo y desde esa frontera se puede contribuir a un mundo más civilizado.
Acerina Amador, nació en Tenerife, Islas Canarias y se formó como bailarina en el Teatro Victoria (Tenerife), Dock 11 (Berlín) y Area (Barcelona). Posteriormente fue becada por el Master en Prácticas Escénicas y Cultura Visual de la Universidad de Alcalá de Henares y el Museo Reina Sofía.
Acerina es actriz que se ha formado en el Conservatorio The Neighborhood Playhouse y The Susan Batson Studio, ambos centros en Nueva York. Y ha sido invitada a varios encuentros internacionales de coreógrafos como SKITE, dirigido por Jean Marc Adolphe en Caen (Francia) 2010, así como Interferencias en Méjico y No Borders en Xiamen (China).
Redacción: Sofia Palomino
Foto: Carlos Astuquipán
Comments