Spring awakenig en alemán y traducida como Despertad de primavera, escrita en 1891, por Frank Wedeking, es una tragedia, una obra fundamental en la historia del teatro moderno. Se estrenó por primera vez en Deutsches Theater, en el año 1906 en Berlín.
Está obra nos habla de tiempos hostiles (Alemania, siglo XIX), sostenido por la dureza de los adultos, en la que los adolescentes de un pequeño pueblo se cuestionan sobre temas de la pubertad, el sexo, la soledad y el suicidio, sin encontrar respuesta de los adultos que los controlan todo, donde cualquier cuestionamiento es prohibido y obsceno para las normas morales de la época. Despertar de Primavera cuenta la historia de cómo los adolescentes intentan encontrar las respuestas, mientras intentan continuar con sus vidas dentro del colegio.
El musical, basado en el libro homónimo, se sustenta en el texto original, ya que la historia transcurre a través de escenas puramente de texto; sin embargo su estructura rompe con las convenciones tradicionales de los musicales, dado que los actores no sólo cantan las canciones, sino que las canciones representan monólogos internos de momentos de cada personaje que representan, es decir en cada canción se cuenta una historia en particular. Esta novedad, llevó a que al momento de su estreno en Broadway gran parte de la prensa resaltara sus críticas con títulos tales como “Broadway no volverá a ser lo mismo”.
Musical que se ha realizado en varios países (como Argentina y España), se ha presentado recientemente en Lima, en el Teatro Roma. Esta vez producido por la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD), bajo la dirección de Josema Ruiz, siendo la última producción del año (con cuatro presentaciones) de la ENSAD. Despertar de Primavera ha sido una obra muy concurrida y en la que han participado jóvenes en etapa de formación tanto en Actuación como en Pedagogía teatral, como intérpretes; ha contado además con la colaboración de dos actores- docentes de la ENSAD para los personajes de Adultos.
Este proyecto forma parte de los proyectos pedagógicos y artísticos de la escuela, que estuvo a cargo de las docentes Marcela Pardón y Martina Jara, así como el soporte profesional de todo el equipo de producción, que ha sido ambicioso en todo sentido. Se ha tenido más de cuatro meses en el proceso de preparación de los jóvenes, tanto en técnica vocal, actoral y las coreografías a cargo de Raúl Romero y Muriel García.
En este formato, los jóvenes no sólo han interpretado las piezas musicales con dinamismo y entrega, sino que han trabajado con minuciosidad la lectura musical para poner en escena cada una de las canciones. En esta corta temporada, cabe destacar la participación idónea de Jorge Palacios con el personaje Moritz; y las dos intérpretes que alternaron con el personaje de Wendla, como Angela Solis y Lorena Reynoso, en la que el público adolescente se vio identificado con ellas, en esta problemática juvenil y vigente.
Este espectáculo, con un total de 21 piezas musicales, pudo abreviarse un poco más, pues, pese a ser fresco y dinámico en varios momentos, el tiempo excede la capacidad de atención del público. El interés que ha captado esta obra, merece que se reponga para este 2020 y se afiance aún más este nuevo formato, potenciando así las posibilidades creativas dentro de la formación en la ENSAD.
Redacción: Lic. Sofia Palomino
Foto: Carlos Astuquipán
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